Su funcionamiento es tan sencillo como efectivo, consiste en un cable milimetrado (como una regla) cuyo largo alcanza los 300 metros de longitud, en su extremo lleva un electrodo que al hacer contacto con el agua transmite una señal hasta el carrete, accionando una alarma tanto sonora como luminosa que advierten al operador sobre la presencia de agua. La profundidad exacta a la que se encuentra el agua está indicada por la medida dada en el cable al momento de sonar la alarma.
Se utiliza en una gran diversidad de rubros, tales como riego rural, estudios hidrográficos, obras sanitarias, centrales hidroeléctricas y represas entre otros.
Su tamaño es compacto siendo fácil de transportar, mientras que el electrodo es altamente sensible al agua y al mismo tiempo es resistente a la corrosión y oxidación, lo que asegura una vida útil prolongada de este pozómetro.
Se utiliza en una gran diversidad de rubros, tales como riego rural, estudios hidrográficos, obras sanitarias, centrales hidroeléctricas y represas entre otros.
Su tamaño es compacto siendo fácil de transportar, mientras que el electrodo es altamente sensible al agua y al mismo tiempo es resistente a la corrosión y oxidación, lo que asegura una vida útil prolongada de este pozómetro.